Santander, 30 de julio de 2019.- El investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, Carlos Malamud, ha criticado que “los políticos se llenan la boca con las ventajas que tiene la integración regional, pero no definen qué significa, ni cómo se va a implementar”. Así lo ha expresado en una entrevista concedida hoy a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), haciendo referencia a los “problemas” en torno a la integración regional en Latinoamérica.
El también catedrático de Historia de América de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) ha intervenido este martes, 30 de julio, en el encuentro España y Europa en el mundo, donde ha debatido sobre la situación actual de América Latina, junto a la investigadora de Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), Anna Ayuso.
Malamud ha considerado que la integración regional latinoamericana se encuentra en una situación de “crisis”, por un “exceso” de retórica, de nacionalismo, y por un “déficit” de liderazgo. “El exceso de nacionalismo impide ceder cuotas de soberanía a instancias supranacionales sin las cuales es muy difícil avanzar en cualquier proceso de integración regional”, ha añadido el catedrático. A pesar de ello, ha valorado que la Alianza del Pacífico es una iniciativa “muy interesante”, ya que, desde su punto de vista, “aclara” qué se quiere integrar y da protagonismo “muy intenso” a los empresarios, cambiando de forma “importante” la dinámica de la integración regional.
Asimismo, Carlos Malamud ha apostado por que España “lidere los esfuerzos europeos” por aproximarse a la región latinoamericana. “España tiene que seguir mirando hacia América Latina”, ha asegurado el experto. “En las negociaciones entre la Unión Europea y Mercosur el papel de España fue decisivo. En algún momento estuvo forzando y empujando a sus pares europeos a cerrar una negociación que se está perfilando ya desde hace mucho tiempo”, ha explicado.
Sobre este acuerdo entre la UE y Mercosur, el historiador ha señalado que “sigue habiendo grandes incógnitas sobre cuál va a ser la actitud de algunos países como Francia”. Además, ha admitido que “existen muchos sectores partidarios de una protección medioambiental que son contrarios a este tratado”, a pesar de que este acuerdo, según ha detallado Malamud, “asegura la posibilidad” de que las relaciones entre ambos organismos regionales “sean mucho más intensas”.
El especialista ha destacado que el balance de América Latina es “positivo”, poniendo en valor su “heterogeneidad” y los “casi más de 40 años de ciclo democrático continuado”.Desde su punto de vista, la región latinoamericana está “frente a un cambio de ciclo”, intensificado por lo relevos en la presidencia de Cuba y en Perú, así como por la sucesión de elecciones presidenciales. “Hay que tener en cuenta que entre octubre de 2017 y diciembre de 2019 vamos a tener 14 elecciones presidenciales”, ha aclarado Malamud.
Según el experto, “este escenario va a configurar grandes modificaciones. No solamente dentro de los propios países donde las elecciones han tenido lugar, sino también en las configuraciones de alianzas regionales”.
LATAM es la región más desigual del mundo
“La desigualdad económica en América Latina es uno de los grandes problemas de la región”, ha lamentado el catedrático de la UNED. Por eso, aunque ha matizado que, junto a la pobreza, es necesario tenerla en cuenta para explicar la gran violencia en estos países, ha opinado que “no es licito establecer una correlación lineal entre desigualdad o pobreza con violencia”. Carlos Malamud también ha hecho hincapié en que, de las 40 ciudades más peligrosas del mundo, más de 30 están en América Latina: “Esto nos da una idea de la intensidad y la magnitud del problema”.
Asimismo, ha indicado que el “escollo” que hay que “tener en consideración para la consolidación democrática” en los países latinoamericanos es la debilidad institucional. “Esta gran debilidad institucional la hemos visto, por ejemplo, en lo que ha sido una constante en los últimos 15 o 20 años en Latinoamérica con independencia del color de sus gobiernos, a través del auge que hubo en torno a la reelección”, ha explicado Malamud. Para el analista, la reelección “no es ni buena ni mala”, pero ha considerado que “es bastante ridículo” argumentar que limitar la posibilidad de reelección resulta violatorio de los derechos humanos de los presidentes.
Foto: Esteban Cobo (UIMP)