Santander.- “Si alguien utiliza pesticidas prohibidos en alimentos, es porque tiene algún interés económico o de otra índole”, ha asegurado el director general del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Manuel Lainez, en relación a la contaminación detectada en varios lotes de huevos de países del centro de Europa, especialmente en Holanda y Bélgica.
En declaraciones a los medios de comunicación previa participación en el encuentro Food Think Tank: Retos para alimentar el planeta de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Lainez ha afirmado que “la Unión Europea dispone de mecanismos para garantizar la seguridad en los alimentos, eliminando del mercado y destruyendo aquellos en los que se detecten irregularidades”. Además, ha querido lanzar un mensaje de tranquilidad, remarcando que “la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) no ha detectado ninguna partida de huevos contaminados dirigida a España”.
Pese a este caso de presencia en huevos del pesticida fipronil, prohibido para el consumo humano, el director general del INIA ha destacado que en la actualidad “no podemos evitar el uso de productos químicos en la agricultura para controlar casos de plagas o para prevenir enfermedades”, pero que en cualquier caso la normativa europea “debe certificar y garantizar que estos pesticidas sean seguros”.
En este mismo sentido se ha pronunciado Montaña Cámara, miembro del Comité Científico de AECOSAN y vicerrectora de Extensión Universitaria y de Enseñanzas del Español y Otras Lenguas de la UIMP, quien ha asegurado que el motivo de la contaminación en estos huevos se debe a “una mala práctica imposible de prever”, y ha comentado que el papel de la administración debe ser el de “vigilar que se cumpla la normativa y, en caso necesario, penalizar con una sanción económica” a quienes actúen fraudulentamente en el control de plagas. Además, ha recordado que “hace tiempo que España dejó de importar huevos y se convirtió en un país exportador", y ha señalado que “el sistema de trazabilidad de los huevos, es decir, el código que lleva grabado, permite conocer su procedencia y, en caso necesario, retirarlos del mercado”.
Alimentación del planeta
En otro orden de cosas, Cámara se ha referido al reto que supone asegurar la alimentación a una población cada vez más creciente, al afirmar que “mientras en una zona del planeta la población se mantiene o incluso se reduce, en otros países el número de habitantes se incrementa y la disponibilidad de alimentos es mucho más reducida”. Asimismo, ha hecho un repaso por algunos de los desafíos a los que se enfrenta la alimentación mundial, como el desperdicio de comida y la dieta inadecuada que se dan en países desarrollados y que “están relacionadas con el desarrollo de enfermedades crónicas como la obesidad”, ha añadido.
Por su parte, Lainez ha destacado la estrategia en Bioeconomía que el Gobierno ha puesto en marcha: “El objetivo es que la agricultura se adapte al cambio climático, pero también debemos conseguir que se convierta en un mecanismo para reducir su efecto”. Además, ha destacado que el sector agroalimentario es “potente” en España: “Representa el 17% del total de exportaciones en nuestro país”, ha precisado.
Por último, el miembro de la Federación Europea de Biotecnología y codirector del encuentro, Alfredo Aguilar, ha remarcado que es necesario reflexionar sobre “los efectos que la presión migratoria tiene para nuestra alimentación”, y ha alertado de los efectos nocivos del cambio climático: “Puntos del planeta pueden quedar inútiles desde el punto de vista agrícola, lo que generaría un fuerte impacto social”, ha concluido.
Fotografía: Juan Manuel Serrano