Santander.- El jefe del Área de Contraterrorismo e Inteligencia Financiera de EUROPOL Manuel Navarrete Paniagua y el director del Departamento de Sistemas de Información del Banco de España, Jaime Razquin han protagonizado una mesa redonda en el curso Defensa de los estados democráticos en el ciberespacio organizado por la Universidad Internacional del Menéndez Pelayo (UIMP).
Manuel Navarrete ha explicado que en la lucha de EUROPOL contra el terrorismo y el fraude es necesario que la industria tecnológica del ciberespacio frene la tendencia en la compra de productos de bajo precio que no incorporan componentes de seguridad en sus dispositivos.
El jefe del Área de Contraterrorismo e Inteligencia Financiera de EUROPOL ha detallado que el ciberespacio constituye “un elemento más donde se puede organizar el terrorismo”. Este nuevo espacio, como ha explicado, tiene en nuestra vida diaria mucha influencia, por ello “hay que controlar que el servicio sea seguro, aplicando la ley dentro de este mundo tecnológico”.
Algunos estudios, según ha informado Manuel Navarrete, han mostrado que un 46% de europeos leen noticias a través de las redes sociales, y dentro de este porcentaje “seis de cada diez de los usuarios comparten noticias sin leerlas”. Esto, ha explicado, sería un elemento de desinformación, la cual tiene incidencia directa en la toma de decisiones políticas, y “en otras áreas como el terrorismo o crimen organizado”.
Como ha añadido Navarrete, esta desinformación genera “un desconocimiento de lo que va a venir”, y provoca un problema de identificación de las amenazas y consecuencias que podrían ser permanentes, aunque ha explicado que como respuesta ya se está trabajando en una metodología.
Por otro lado, el director del Departamento de Sistemas de Información del Banco de España (BE) ha enumerado varios objetivos de la entidad como “asegurar la estabilidad financiera y macroeconómica del país, además de contribuir adecuadamente a la sociedad de nuestro país”.
Para Jaime Razquin, el sector financiero atraviesa una transformación como consecuencia de todos los cambios en el “ciberespacio”. De este modo, según ha explicado, este sector ya no se limita “a prestar dinero, gestionar activos y gestionar pagos”, sino que ahora han aparecido dos tipos de actores: las grandes empresas tecnológicas, que cuentan con “gran potencia para transformar todo el negocio financiero”, y las tecnologías financieras, que facilitan multitud de actividades económicas a los usuarios de internet.
Para concluir, Razquin ha explicado algunas amenazas que podrían provocar las conexiones entre el sector financiero y el ciberespacio, como fue el caso del robo por cibercriminales del Banco Central de Bangladesh. Estos riesgos del mundo digital han generado un movimiento en los sectores financieros para que se adopten medidas que garanticen protección dentro del ciberespacio.
Fotografía: Juan Manuel Serrano | UIMP 2018