Santander.- Desde la Segunda Guerra Mundial y hasta 2010, los datos demuestran que en Europa la socialdemocracia ha obtenido de manera constante en torno al 30% de los votos, gobernando entre el 40 y el 50% de los países, ya sea en solitario o en coalición. Datos aportados por Claudi Pérez, corresponsal en Bruselas de El País, que junto a Jesús Maraña, director de Infolibre, han analizado el declive de la socialdemocracia en Europa y en España en el encuentro La socialdemocracia en el siglo XXI, que se ha celebrado esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).
Sin embargo, la crisis de la socialdemocracia es un mantra cuyos ecos resuenan de manera recurrente. “El discurso de la decadencia de la izquierda es parte de la narración del centro derecha y me parece que hay un punto de melancolía en la izquierda por la pérdida de poder”, ha asegurado Pérez.
El corresponsal de El País, que ha analizado el estado de la socialdemocracia europea, ha identificado que la izquierda “no tiene un problema de comunicación sino de políticas. No tiene respuesta a los cuatro grandes retos de este siglo: desigualdad, crecimiento y bienestar, democracia e inmigración”, ha dicho. Pérez también ha defendido que “las noticias de la muerte de la socialdemocracia son aún prematuras”, añadiendo que solo “si sigue a la defensiva, sin relato, y más preocupada por proteger el pasado que por forjar nuevos consensos y canalizar el activismo político de algunas capas de la sociedad”, entonces “igual hay que escribir su esquela”.
El análisis de Maraña, en clave nacional, también ha coincidido con el de Pérez. “El discurso de la decadencia de la izquierda ha sido muy útil para el neoliberalismo”, ha declarado. El director de Infolibre ha señalado varios hitos en la decadencia del PSOE, entre los que se encuentran la sucesión de Zapatero por Rubalcaba, porque significó, “un bloqueo, si no fue un paso atrás, en la evolución natural del partido de afrontar una renovación profunda”, ha afirmado. Un mal diagnóstico de lo que representaba el 15-M, la ambigüedad en su posición respecto al modelo de Estado, la interdependencia mediática respecto a la prensa de ideología centro-izquierda y la “incapacidad de diferenciarse del Partido Popular en la gestión de la corrupción” también han sido razones para su caída, cuyo inicio fija Maraña en mayo de 2010.
Finalmente, el director de Infolibre ha explicado que “la socialdemocracia no se va a recuperar mientras no consiga hacerse poderosa en el discurso de “no estamos contra el capitalismo pero sí en contra de esta realidad que no es liberalismo de mercado”, donde no existe control ni regulación. “El PSOE no puede ser considerado por su propio electorado como un amigo de las oligarquías”, ha recalcado Maraña, un hecho que ha supuesto “un caladero para Podemos”, ha concluido.
Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo