Santander.- Santiago Menéndez Menéndez, el director general de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), ha intervenido en el encuentro Fiscalidad, crecimiento económico y bienestar social, que tiene lugar esta semana en el marco de los Cursos Avanzados de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde ha asegurado que el problema de la lucha contra el fraude “no es un problema de recursos personales”.
Menéndez, que ha hecho alusión a los resultados positivos en los últimos años en lo relativo a la recaudación desde el punto de vista de la lucha contra el fraude, ha asegurado que estos tienen la particularidad de haberse obtenido “en los años peores de la crisis, cuando las bases imponibles de los contribuyentes eran menores y cuando éramos menos funcionarios”. En este sentido, ha expresado que “siendo menos que nunca” han obteniendo “los mejores resultados”, y ha apostado por un “uso muy intensivo de las nuevas tecnologías” para mejorar los guarismos, una vez que, además, el Estado va a aumentar la plantilla de funcionarios de la AEAT en los próximos años.
Como objetivos de la organización en este ámbito, Menéndez ha señalado dos: “Aprovechar adecuadamente la cantidad ingente de información de los contribuyentes y ser capaces de desarrollar aplicaciones que permitan una utilización óptima de esta información”,
Asimismo, el director general de la AEAT, se ha referido a la deuda de cobro pendiente de la Agencia, que actualmente se cifra en 45.849 millones de euros, cinco mil millones menos que hace dos años. Menéndez ha señalado las diferentes reformas legislativas como causas de esta disminución, además de recalcar que ha habido cierto conformismo con el aumento de la deuda. “Cuando hablamos de fraude no nos podemos conformar con una liquidación extraordinaria, que vaya acompañada de un informe de disconformidad. Tenemos que liquidar y cobrar, o denunciar por delito fiscal y cobrar”, ha subrayado.
Finalmente, Menéndez se ha referido a la percepción social del defraudador. “La percepción social y el rechazo sobre ese contribuyente no es el mismo que hace 10 o 20 años. Somos ciudadanos, y somos corresponsables de lo bueno y lo malo, y el rechazo del defraudador es importante”, ha reiterado. En este aspecto, ha mencionado las listas de defraudadores que se han hecho públicas y su efecto disuasorio: “Algunos contribuyentes veían la posibilidad de salir en la lista, y antes de ello empezaron a poner sus cuentas con la Agencia en orden”, ha concluido.
Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo