Pérez Henares reivindica una historia de España “nunca negra del todo, tampoco nunca de blanco inmaculado”

Santander.- El escritor y periodista, Antonio Pérez Henares, ha impartido la conferencia inaugural de La novela al rescate de la historia de España, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). En el seminario, que dirige el veterano periodista, ha reivindicado “una memoria que no es una cosa inmaculada y maravillosa porque eso sería una mentira tan estratosférica, como la contraria”.

El autor de El rey pequeño, que el miércoles presenta su novela La canción del bisonte en una librería de Santander, ha comentado que uno de los problemas de la historia “es que siempre la escribe alguien y depende de quién escriba la batalla, los buenos son unos u otros”, algo que no sucede en la prehistoria porque “miente menos”. A su juicio, los escritores de novela histórica tienen una característica verdaderamente curiosa: “Se odian mucho menos que el resto de los escritores”.

Tras introducir el tema y subrayar la “extraña relación” de la sociedad española con su historia, Pérez Henares ha incidido en la intención del curso de promover a nivel nacional una reflexión sobre “nuestra historia” que “no escriben los vencedores sino los que ganan la batalla de la propaganda”. Para él, lo que “acaba importando es el relato, la propaganda y lo que queda en la memoria”.

Su ponencia se ha sustentado en un texto que ha leído a viva voz y que refleja su perspectiva sobre el tema. “La nación con la historia quizás más rica y asombrosa de la Tierra vive bajo la creencia de que debe avergonzarse de ella. El prejuicio ha sido asumido como parte de un supuesto pecado original y ha ido más allá de la propaganda de naciones e imperios enemigos para convertirse en dogma propio de un sector y una posición ideológica”, arranca el escrito. En el que, además, se refleja su opinión sobre la credulidad de los españoles en su “propia leyenda negra” enseñada en escuelas y universidades.

En este sentido, Pérez Henares ha incidido en que “las tensiones separatistas, las pulsiones nacionalistas y la educación desvertebrada, sin relato común, han agravado aún más el problema. Los libros de texto de cada una de las autonomías, y en particular las que con ellos incluyen el mensaje nacionalista, lo han exacerbado”. En este contexto, ha considerado que cada hecho debe ser atendido atendiendo a su circunstancia en la historia de España. “Nunca negra del todo, tampoco nunca de blanco inmaculado”. Y a esto favorece la novela, la ficción, que “está acudiendo al rescate de la historia”. Así, los escritores de este género están “despertando un interés inusitado entre los españoles por lo que es su propio y tantas veces vituperado pasado”, ha indicado.

Sin embargo, “discusión aparte” merece -para el escritor- el “exigible rigor” en lo que se señala como “hecho histórico de estas novelas y la conveniencia imprescindible de una documentación y un correcto escenario atendiendo a época y modos de vida”, ha destacado en su ponencia.

 

Mesa redonda

En la mesa redonda, que ha llevado a debate el tema del seminario y ha moderado Pérez Henares, han participado el escritor y profesor titular de la Universidad Jaime I, Santiago Posteguillo, el doctor en Historia y Premio Planeta por En busca del unicornio, Juan Eslava, y el secretario del curso, doctor en Historia Moderna y autor de El espía de Rey, José Calvo. Es decir, “los cuatro que iniciamos esto” en aras del “servicio a la sociedad”, en palabras de Pérez.


Por su parte, Posteguillo ha partido de la observación del “respeto” y “divulgación” que ha hecho de su historia el “mundo anglosajón”, algo que a su juicio, “deberíamos aprender de ellos”. Más allá de ensayos académicos dirigidos a un público especializado, hay “una larga tradición en el mundo editorial británico y estadounidense de hacer un ensayo divulgativo sobre distintos momentos de la historia. Ensayo divulgativo que no ha existido en la tradición editorial española”, ha comentado. Cierto “vacío” patente en el ámbito audiovisual, también empleado por los anglosajones para “la construcción de su relato divulgativo”.

Como resultado, en España la ausencia de divulgación histórica, desde “un nivel no académico”, se ha subsanado mediante “la novela histórica que llena ese espacio vacío donde la gente puede aprender historia de forma entretenida”. Esto ha producido “un auge del interés por la historia” de un público más amplio, ha subrayado Posteguillo.

Por otro lado, el ponente ha señalado que este “híbrido”, que es la novela histórica, siempre se escribe “desde la literatura”, aunque puede llevar a los autores de este género a plantearse si “uno es escritor o historiador”. En este sentido, Eslava ha indicado que desde el mundo académico se les considera “intrusos” fruto de “la incapacidad de extender el conocimiento” desde las universidades.

Para afrontar el problema, el Premio Planeta en 1987 por En busca del unicornio ha planteado la necesidad de hablar con “rigor” pero en “cristiano” para expandir en España el conocimiento histórico. Además, ha denunciado la tergiversación de la historia y ha indicado que si la “conociéramos mínimamente, los líderes independentistas no nos meterían los goles que nos meten”. Mientras el “novelista histórico va por libre” porque “el sueldo lo pagan ustedes que son los que compran y leen el libro”, a menudo los historiadores están a sueldo del “poderoso”, ha concluido.

José Calvo, secretario del seminario, ha hablado sobre los porqués del “éxito de este género” y ha partido del término novela histórica: “Una contradicción casi en sus propios términos” ya que la historia es “la búsqueda de la verdad de los hechos del pasado” y la novela es “ficción”. Esta contradicción, ha señalado, supone una unión de “dos elementos” y añade a la ficción “una serie de características que permiten denominarla como histórica”.

Durante su turno, ha destacado que este género “goza de perfecta salud” y el “favor del público” gracias a “nuestro deseo y ganas de conocer el pasado”. Es decir, “un fenómeno de pervivencia literaria que no sucede con otros géneros”. Sin embargo, al igual que sus predecesores en el turno de palabra, Calvo ha reconocido que “los historiadores españoles en general no nos hemos dedicado a divulgar la historia al gran público”. Un hueco que “la novela histórica, en gran medida, ha rellenado”.

 

Fotografías: Esteban Cobo | UIMP 2018