Santander.- El seminario La economía española frente al reto medioambiental y digital ha dado comienzo en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Raymond Torres, director de Coyuntura y Economía Internacional de la fundación Funcas, ha hablado sobre el impacto de la digitalización y la mundialización en el ámbito laboral.
En su intervención El mercado de trabajo en el nuevo entorno digital, Torres se ha apoyado en tres pilares para sus explicaciones: la situación de la economía actual, su conexión con el ámbito tecnológico y las posibles soluciones a las políticas públicas.
Torres ha asegurado que, tanto a nivel global como nacional, la recuperación de empleos que destruyó la crisis aumenta al mismo ritmo al que lo hace la economía: “Cada año se crean en el mundo 30 millones de empleos”, ha afirmado el investigador francés, quien, sin embargo, ha incidido en que en nuestro país la tasa de paro continúa siendo elevada. En este contexto ha hecho referencia a los emergentes cambios que establece la digitalización en las relaciones laborales: contratos inestables, deslocalizados, aumento del crowdworking, autoempleo, empleos sin salario fijo…
El investigador ha tildado de “compleja” la valoración del impacto del uso de tecnologías en el mundo laboral. Por un lado, internet conecta las zonas rurales o a aquellos colectivos alejados del ámbito laboral, de manera que ahora son partícipes de él. Aunque, ha comentado el investigador, esta incipiente situación también trae consigo precariedad, falsos autónomos y el aumento de la desigualdad entre los países desarrollados y subdesarrollados. En relación a la brecha norte-sur, Torres ha subrayado que en el valor cuantitativo de las rentas no hay tanta diferencia; sin embargo, “en un plano cualitativo la calidad laboral es peor”.
Sobre la producción, Torres ha destacado, como consecuencia más importante, su fragmentación: “La digitalización entra en la producción y está desbancando el trabajo humano, instaurando una economía de plataforma y reorganizando las localizaciones de las actividades”. El investigador ha establecido una nueva etapa en el fenómeno de la mundialización, que, según ha dicho, se demuestra en el cambio que se está produciendo en las inversiones: “Hace unos años la inversión extranjera en Europa era superior a la europea en el extranjero”, pero ahora se han cambiado las tornas.
También ha hecho hincapié en la polarización en la creación de empleo. El cambio tecnológico promueve un perfil laboral cualificado “de manera muy sutil”, ha apuntillado Torres: “Está aumentando la demanda de empleos no rutinarios -aquellos que no se pueden sustituir por máquinas- tanto los que exigen una alta cualificación como los que no se requiere tanta”. Sin embargo, el experto ha recalcado la relevancia que tomará la revolución de la inteligencia artificial y cómo será imprescindible una correcta gestión de ella de cara a la consecución de un resultado positivo tanto en el ámbito económico, como social y político.
Para concluir, Torres ha ofrecido soluciones en las políticas públicas para “ser capaces de absorber el cambio tecnológico”, pues ha sentenciado que afecta en todos los facetas de la sociedad. Limitarlo; encontrar maneras para encontrar a los responsables de aspectos como, por ejemplo, los accidentes laborales; financiación segura y estable; reinventar el sistema educativo para adaptarlo a los nuevos tiempos y los cambios que vayan a producirse en el futuro; o políticas de protección social, como una renta básica universal, para asumir las deficiencias de empleo que traiga consigo la mundialización en su más álgido periodo.
Acto de inauguración
José Félix Sanz, director del encuentro, ha protagonizado la inauguración de este curso, junto con el secretario del mismo, Desiderio Romero Jordán, y Guillermo Díaz Pintos, vicesecretario general de la UIMP.