Santander.– "En países como el nuestro, las mujeres se piensan cada vez más cuándo tener hijos y tener el primero después de los treinta años aumenta más el riesgo de padecer cáncer de mama que no tener hijos". Así ha advertido el presidente de la Fundación de Estudios Mastológicos, José Díaz-Faes, cómo la "primiparidad tardía" supone un factor de riesgo importante en el cáncer de mama, junto a "causa ambientales, lo que comemos, cómo lo comemos" e incluso la esperanza de vida han hecho que "lamentablemente, la frecuencia haya ido aumentando y posiblemente lo siga haciendo. Hace años hablábamos de una de cada quince mujeres; ahora la incidencia está en una de cada diez", ha señalado.
Díaz-Faes dirige junto a Armando Tejerina, director del Centro de Patología de la Mama de la Fundación Tejerina, el encuentro Cáncer de mama: una enfermedad curable, que ha arrancado hoy con un acto en el que han participado el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, César Nombela, el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y los responsables del curso.
Tejerina ha explicado que "dentro de los tumores malignos de la mujer, el más frecuente es el cáncer de mama. Cada año se diagnostican alrededor de 26.000 o 27.000 casos nuevos, aproximadamente". Estos datos encierran buenas y malas noticias: lo negativo es que las pacientes cada vez son "más jóvenes"; ¿Lo bueno? Que "la curación del cáncer ha aumentado y han disminuido la mortalidad y la morbilidad". "Esto es así por dos avances más importantes: los diagnósticos más iniciales en tumores malignos y la actitud terapéutica, con tratamientos individualizados adaptados a las características biológicas del tumor", ha comentado el especialista en Obstetricia y Ginecología.
Por su parte, Díaz-Faes ha comentado que los programas de cribado deben iniciarse a los 45 años y mantenerse hasta los 70. Y ha asegurado que "la edad aumenta el riesgo de padecer cáncer, pero disminuye la agresividad de la enfermedad".
Tratamientos
Tejerina ha explicado también que los tratamientos específicos son costosos, algunos pueden alcanzar los "40.000 o 60.000 euros anuales", y esto lleva "a que las comunidades autónomas tengan problemas, porque el 20 o 25 por ciento de este tipo de cánceres requiere tratamientos costosos". Por eso, el codirector del curso Cáncer de mama: una enfermedad curable ha apostado por la prevención: "En la primaria es cuando podemos actuar directamente para que no se produzca el cáncer y en la segunda, con las campañas de screening, se consiguen diagnósticos iniciales".
Por su parte, el patrono de la FEMA Manuel Sánchez del Río ha afirmado que "el objetivo primordial es que antes de tomar cualquier pauta quirúrgica o médica en el tratamiento de un cáncer de mama, la mujer sepa las características de ese tumor. Es decir, antes de intervenirla conocer los pronósticos o los factores de riesgo, porque cuantos más datos se tienen de la lesión inicial, más podemos orientar el tipo de tratamiento".
Sánchez del Río también ha hecho referencia a dos de los procedimientos tradicionales en la lucha contra el cáncer: la quimioterapia y la radioterapia. Dos tratamientos "más invasivos" pero que "pero que hoy día están controlados y no son llamativamente agresivas para ninguna mujer".
Diagnóstico temprano
Díaz-Faes ha afirmado que "la supervivencia de una mujer tratada de un cáncer de mama ha aumentado los últimos años. Pensamos que se debe a los nuevos tratamientos, pero indudablemente el mayor avance es adelantarnos en el diagnóstico. Este diagnóstico temprano permite detectar enfermedades cuando no han empezado a ser demasiado agresivas, los tratamientos son mucho menos traumáticos y tóxicos y la conservación mamaria, algo muy importante para la mujer, ha aumentado de forma considerable". Así, ha contado que "el avance en los tratamientos y en el diagnóstico temprano tiene indudablemente importancia en el hecho de estar convirtiendo el cáncer de mama en una enfermedad curable".
Fotografía: Juan Manuel Serrano