Santander.-Víctor Gómez, ingeniero en la Universidad Politécnica de Madrid y director del curso Reescribir el contrato social europeo, junto con Alicia Richart, directora general de DigitalES, han analizado las claves a discutir en la relación entre el panorama laboral y la convergencia digital.
En el debate protagonizado por ambos, en el marco de los Cursos Avanzados que se desarrollan en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), ha destacado la discusión generada a raíz de la posible implantación en España de la Renta Básica Universal, los factores necesarios para que se establezca y las consecuencias que acarrearía en este incipiente contexto.
La confluencia de tecnologías y la velocidad en las comunicaciones, que provocan una hiperconectividad constante y el desarrollo de la inteligencia artificial, la robótica o el internet de las cosas, marcan “una inflexión en nuestras vidas y un impacto en la forma de trabajar”, según Richart, quien ha afirmado que, la mayor consecuencia de estas circunstancias, es “la desaparición de un tercio de los trabajos automatizados y mecánicos”.
La experta ha manifestado la necesidad de adaptarse a un dato incontestable, el hecho de que “en veinte años se automatizarán en Europa el 40% de los trabajos”. La especialista ha asegurado que “el 65% de las profesiones que llevaremos a cabo en 2025 están aún por inventar”, y se ha atrevido a aventurar los campos en los que tendrán lugar: “Estarán relacionados con el tratamiento de datos, como por ejemplo, el de vigilante de ciberseguridad”.
Richart ha señalado que esta nueva condición laboral va a dar pie a nuevos tipos de contrato, puesto que se modificarán los actuales contratos indefinidos, de tiempo parcial y por proyectos como consecuencia del trabajo en colaboración con robots. Además, ha reseñado la obsolescencia del presente sistema educativo, sobre el que ha afirmado que debería centrarse en “valores que estarán en auge en las personas como la creatividad, la relación interpersonal y la destreza manual”.
Por su parte, Gómez ha puntualizado cómo estas condiciones futuras influirán en el progreso económico y social del país: “No pasa nada si se crea trabajo más despacio del que se destruye porque habrá menos población activa en España”. En concreto, el problema que el especialista ha presentado es “la escasez de incentivos para que las empresas inviertan en valor añadido”.
La Renta Básica Universal
Como herramienta de transición hacia este futuro digital en el que las máquinas irrumpen en la escena laboral, durante el debate se ha planteado la posibilidad de establecer una Renta Básica Universal. Sin embargo, la implantación de esta medida requiere un profundo debate. En la intervención, ambos ponentes han discutido sobre cómo se sufragaría o si realmente debiera ser universal, además de cuestionarse aspectos relativos a la misma como la cotización o si fomentaría el emprendimiento y la búsqueda de trabajo o lo contrario.
Fotografía: Esteban Cobo | UIMP 2018