Santander.– María Fernández, vicepresidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Francisco Rodríguez López, director general de Regulación y Relaciones Institucionales de Viesgo, Miguel Antoñanzas, presidente y CEO de la compañía eléctrica Viesgo, Rodrigo Martínez-Val Peñalosa, vicerrector de Innovación y Desarrollo de Proyectos de la UIMP, e Íñigo de la Serna, alcalde de Santander, han participado en la clausura del curso El futuro y la financiación de la energía: convergencia de tecnología, mercado y regulación que se ha celebrado en la UIMP con patrocinio de Viesgo.
El presidente ejecutivo de Viesgo, Miguel Antoñanzas, ha destacado que, en un sector tan regulado como el eléctrico, la clave son las normas que se aplican, "que deben ir en favor del cliente". Por ello, ha defendido que "la electricidad sea la puerta de entrada a la sociedad del bienestar", por lo que hay que hacer "todo para luchar contra la exclusión social". En la sesión se ha recordado que la regulación aplicada al sector eléctrico deriva de la ley de 1997, que estableció la separación entre las actividades reguladas (transporte y distribución) y las no reguladas (producción y comercialización), por lo que las empresas deben separar las actividades contable y jurídica. Las actividades no reguladas se desarrollan en régimen de libre competencia, pero están sometidas a autorización administrativa.
Por su parte, María Fernández ha asegurado que el sector energético es "un input fundamental" en el proceso productivo, y "no deben repetirse los desequilibrios del sector del año 2000". Así, ha asegurado que el sistema se ha equilibrado "con ajustes en todos los términos", y se han conseguido "superávits". Fernández ha señalado como objetivo "asegurar el suministro y la competitividad", y ha insistido en que "las empresas eléctricas deben considerar al consumidor y su papel activo para contribuir en la eficiencia energética" y la necesidad de la sostenibilidad.
Iñigo de la Serna ha reiterado que Santander se encuentra en proceso de convertirse en ciudad inteligente con el desarrollo de nuevas infraestructuras y que la plataforma tecnológica de la ciudad no existe en ningún otro lugar del mundo. El alcalde, que ha explicado el modelo de Santander como smart city, ha recordado que "la ciudad desarrollará e implantará su plataforma tecnológica a lo largo de los próximos cuatro años, tras la adjudicación del proyecto, por un presupuesto de 1,1 millones, a la empresa Indra", que pondrá en marcha también una oficina técnica para el desarrollo de este proceso.
La plataforma funcionará como "centro de mando" de la ciudad inteligente y será la encargada de centralizar toda la información que aporten los diferentes servicios en los que se despliegue la tecnología, a través de elementos como dispositivos y sensores, para una gestión integrada y eficiente de los distintos servicios municipales.
Por último, Rodrigo Martínez -Val ha destacado como términos claves del curso la innovación, adaptación y reflexión inteligente, algo que también define la actividad de cursos de verano de la UIMP.
Fotografía: UIMP 2016 | Juan Manuel Serrano