Santander, 3 de agosto de 2023-. Antonio López, director de la ‘Escuela del Mundo Clásico’, que se está celebrando dentro del marco de los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), explica la motivación que lo llevó a idear esta primera edición: “La necesidad del conocimiento del mundo clásico para interpretar los problemas del mundo actual. Y haciéndolo, durante estos días, desde ámbitos tan diferentes como el teatro, la poesía, la historia, la filosofía; estamos llegando a esa misma conclusión: los clásicos nos ayudan a entendernos hoy”.
Entre los alumnos, un grupo numeroso, cerca de ochenta, hay gente de todas las edades y profesiones “tenemos médicos, psicólogos, historiadores del arte, filósofos y, por supuesto, también filólogos clásicos. Y eso está enriqueciendo realmente el curso. Los turnos de intervenciones están siendo muy interesantes, porque la gente está intentando encajar el mundo clásico en su propio ámbito personal del presente”, señala el catedrático de Filología Latina de la Universidad Complutense de Madrid.
La democracia clásica vs. la actual
El director de la escuela destaca la intervención sobre la democracia ateniense: “Según nos iban dando claves, estábamos comprendiendo por qué la democracia que tenemos actualmente es como es. El porqué, incluso, de los problemas de gobernabilidad y por qué puede ser tan complejo llegar ahora a un pacto para poder investir un presidente después de estas elecciones”.
Sobre la democracia del Mundo Clásico señala la importancia que tuvo la participación directa de los ciudadanos: “Prácticamente todo el mundo participaba de la democracia en asamblea y cuando progresivamente se fueron creando órganos ya no con la totalidad, sino con unos representantes. Eso comenzó a hacer que progresivamente el colectivo se sintiera alejado de lo político, de lo público; es a lo que asistimos hoy en realidad. ¿Cuánto de próximo siente el ciudadano lo político? Vemos los altos grados de abstención, por ejemplo”.
La formación de un ciudadano crítico
López ha querido ahondar en la necesidad, en la actualidad, del conocimiento del Mundo Clásico: “Las humanidades aportan sobre todo sentido crítico. Aborda algo tan importante como la capacidad de dudar. Y el simple hecho de que el ciudadano tenga capacidad de dudar lo aleja de dogmatismos”. Además, “Y sobre todo, nos enseña a mirar al otro, a escuchar. Hemos perdido la capacidad de entender al otro, llevados por un exacerbado individualismo. El mundo clásico es todo lo contrario”, apostilla López.
Por todo ello, Antonio López defiende que “una formación clásica en la enseñanza secundaria sería tremendamente positiva para tener ciudadanos críticos y no manipulables”. “Tal vez eso sea lo que no interesa, porque es un hecho es que todas las reformas educativas han eliminado horas de enseñanza de los estudios clásicos. Creemos que esa situación hay que revertirla en algún momento porque será bueno para nuestra sociedad”, concluye.