El historiador Ian Beckett profundiza en la Gran Guerra y su efecto en “nuestra percepción del mundo”

Santander.- El profesor de Historia Militar de la Universidad de Kent, Ian Beckett, imparte en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) un curso magistral, The Great War, con el objetivo de ofrecer una perspectiva global de las causas, el impacto y las consecuencias de la Primera Guerra Mundial: “una guerra global con efectos globales”.

En las cinco jornadas que conforman su programa el historiador ha desarrollado punto por punto algunos de los aspectos militares, económicos y sociales que se vieron afectados por la Primera Guerra Mundial (IGM). “Intento mostrar cuantos aspectos de la vida se ven afectados por una guerra de esta escala, así como proveer una visión general sobre su legado en los diferentes países occidentales, incluso en aquellos que fueron neutrales”, ha indicado Beckett.

Según el historiador, este conflicto alteró “nuestra percepción del mundo” y es el aspecto cultural donde “más se ve el impacto de la Gran Guerra”. Sin embargo, en Europa del Este es “más un legado político” y sobre todo “en términos de los efectos de la división del Imperio Otomano”, ha señalado.


Centrándose en episodios bien conocidos y escasamente recordados, Beckett cuenta la historia de la Gran Guerra desde un punto de vista completo, desde el análisis de los distintos armamentos, hasta el papel de la mujer en el conflicto. También ha querido ofrecer una panorámica de cómo esta guerra afectó a países beligerantes y neutrales o de por qué algunas de sus consecuencias fueron patentes tras 1919.


En referencia a la idea de que existen influencias a largo plazo sobre la evolución histórica, el profesor ha indicado que corresponde al historiador juzgar hasta qué punto “estos cambios sobreviven a la acción inmediata de la guerra y si en caso de que no hubiese habido guerra, a lo largo del tiempo, se hubieran producido de todas formas”.


En referencia a los cambios en actitudes y valores durante un conflicto bélico, el experto en historia militar ha subrayado que no se pueden medir a partir de la estadística y el cálculo, ya que es algo “más cualitativo que cuantitativo”. A su juicio, la guerra tiene “un mayor impacto en la relación entre hombres y mujeres o jóvenes y mayores que entre personas de diferentes clases. Es decir, la influencia de la guerra determina, en general, más a la edad y al género que a la clase”. Sin embargo, ha objetado que el efecto que tiene la guerra varía enormemente dentro de la propia sociedad y que, por lo tanto, la generalización sobre “el impacto de una guerra sobre la sociedad tiene sus riesgos”.


Guerra y sociedad


En la sesión sobre el efecto que tuvo la Primera Guerra Mundial en la sociedad, el profesor ha hablado de temas de mortalidad y esperanza de vida. Como punto de partida antes de abordar los conceptos de clase, mano de obra o el papel de la mujer en la guerra, para concluir, por último, con los estilos de vida y conductas sociales que se vieron afectados por el conflicto.


Por ejemplo, respecto a la mortalidad, Beckett ha destacado la dificultad a la hora de dar cifras porque, aunque existe una enorme pérdida de vidas a corto plazo, apenas hay un cambio demográfico a largo plazo. “Aunque la guerra afecta a todo tipo de tendencia demográfica, la Gran Guerra pudo no suponer una gran diferencia, algo irónico”.


El supuesto general es que los muertos militares (soldados, marinos y aviadores) ascendían a entre nueve y diez millones de personas, como consecuencia de la guerra. Sin embargo, esto “no es necesariamente equivalente al número de muertes que se pueden relacionar con la guerra -ha explicado-, porque también hay muertes de civiles”.


Por ejemplo, ha citado algunos aspectos a tener en cuenta como el déficit demográfico, un cálculo de las personas que no nacieron como consecuencia de los muertos en la guerra”; la muerte de millón y medio de armenios, como resultado del genocidio de las autoridades otomanas turcas; y, lo que en Gran Bretaña se llama la influencia española, la gripe española fue una pandemia que afectó a Europa y al mundo en 1918 y 1919.


No obstante, aunque “todavía la gente en Gran Bretaña habla de las horrendas pérdidas”, el historiador ha explicado que hubo otros fenómenos que contrarrestaron estas pérdidas como “los hombres jóvenes que emigraron al imperio británico en esa época. Un ejemplo de cómo la guerra tiene efectos extraños con los patrones demográficos con una ganancia demográfica en vez de pérdida de población”.

Por otro lado, el experto ha ahondado en “el aumento de la presencia de las mujeres en el sector laboral como clase trabajadora en el sector industrial (manufacturero). Aunque la gran mayoría después de la guerra se quedaran sin trabajo”.


En este punto se ha referido al liderazgo en la militancia por parte de las mujeres durante la guerra y su lucha por las ocho horas de trabajo al día. “En Barcelona hubo una huelga en enero de 1918 liderada por mujeres en la que intervinieron los militares para restaurar el orden público. Un ejemplo de cómo las mujeres despuntaron en muchas acciones durante la guerra, pese a que a que al finalizar, dos tercios abandonaran sus puestos de trabajo en 1920”, ha concluido Beckett.

Fotografía: UIMP 2017 | Esteban Cobo