Santander, 6 de agosto de 2019-. El comisario y jefe de la Unidad Central de Fronteras (UCF), Fernando Alonso Avilés, ha afirmado este martes que “la tecnología es el mejor aliado” con el que puede contar la UCF a la hora de alcanzar su objetivo, que es asegurar la “comodidad” de las personas que entran y salen de España, al mismo tiempo que se cumplen los cánones de seguridad impuestos por la Unión Europea (UE).
“La formación del personal que trabaja en fronteras es fundamental, pero, sin la tecnología adecuada o la innovación tecnológica, el trabajo de la inspección fronteriza en el siglo XXI carece de sentido”, ha insistido Alonso Avilés durante su intervención en el seminario Gestión de fronteras y derechos humanos: protección de los grupos vulnerables, que tendrá lugar hasta el viernes, 9 de agosto, en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y en el que ha impartido la conferencia El futuro de las inspecciones fronterizas.
Para el comisario, “la ausencia de tecnología haría imposible” lograr los estándares de seguridad que se están tratando de “transferir” a todos los puntos fronterizos europeos, incluyendo, en concreto, los 81 españoles; una cantidad de pasos que, según ha opinado, es “bastante elevada”.
Ha insistido en que, pese a que “un mínimo de personal es necesario”, lo “fundamental” es incorporar los avances técnicos y tecnológicos que se vayan desarrollando e invertir en la formación de quienes atienden las fronteras. “El mero aumento de personal no es una solución”, ha indicado Alonso Avilés, si bien ha matizado que “el componente humano es primordial”.
Ha destacado, además, la importancia de “facilitar el movimiento de personas”, que es, en su opinión, “necesario”. “Estamos hablando de un negocio, al fin y al cabo, que beneficia a la UE, y en el caso de España es una industria que es fundamental para el país”, ha admitido.
El comisario ha destacado también el “incremento, cada vez mayor, del flujo de pasajeros”, y ha reiterado la “imposibilidad de manejar esos flujos con métodos tradicionales”.
Por otro lado, ha puesto en valor las labores de investigación y “gestiones” que lleva a cabo la UCF “antes incluso de que llegue una persona al puesto fronterizo”, destinadas a que “esa persona no salga perjudicada y el país que la está recibiendo, tampoco”. Se trata, ha dicho, de que “esa persona no llegue a viajar, si el país al que viaja o la propia UE, por alguna razón, no la van a admitir”.
Por último, ha abordado la labor de la Brigada de Respuesta a la Inmigración Clandestina (BRIC), una unidad policial operativa, dependiente de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras y con sede en Madrid, especializada en el control de fronteras y con “vocación itinerante”.
Como ha explicado Alonso Avilés, la BRIC refuerza, en momentos puntuales, a las unidades territoriales, desplazándose por los distintos puestos fronterizos nacionales, ante “situaciones excepcionales” en las que aumenta la demanda de los servicios de transporte, aéreo, marítimo o terrestre, o ante una posible “crisis”.
Foto: Juan Manuel Serrano (UIMP)