Santander, 11 de julio de 2024-. La artista Isabel Muñoz ha impartido este jueves una clase en el Parque Mitológico Mina Pepita, en Solares, donde ha fotografiado a serpientes, búhos y águilas con los bailarines que le han servido de modelos, con el fin de “volver a los orígenes” de la representación del ser humano cuando se le interpretaba de forma antropológica.
Así, Muñoz ha tildado esta sesión como “un regalo del destino” en la que ha sentido una “mezcla de emociones muy importante” y en la que pretende compartir con sus alumnos del taller titulado ‘Cuerpo, alma y naturaleza, de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), “la pasión por la fotografía”. “Tienes que amar lo que estás haciendo y eso es lo que me gustaría transmitir”, ha añadido.
“Tienes que estar preparada en cualquier momento para crear y coger lo que te da vida”, ha continuado la fotógrafa, quien ha afirmado que en este oficio, y en la vida en general, “lo importante es ser tú y exprimir lo que se siente”.
Respecto al Parque Mitológico Mina Pepita, Muñoz ha señalado que es “un espacio mágico” porque ella misma afirma creer “en las anjanas y en los duendes” y este lugar “se presta a soñar”. “Aquí te das cuenta de cómo la naturaleza puede cubrir y puede renacer, ya que este lugar antes era una mina de hierro”, ha apostillado.
Por otro lado, ha subrayado que la imagen que es protagonista en los carteles de los Cursos de Verano de la de este año, el caballo de la cueva de La Garma (Omoño, Ribamontán al Monte) es una “continuación” de sus anteriores trabajos, pero que, en esta ocasión, se ha focalizado en “la búsqueda de dónde vivimos, dónde estamos y qué vamos a dejar a la gente joven”.
“En este caso, en Cantabria, se tiene una riqueza y un paleolítico, una tierra que inspiró a los primeros artistas”, ha añadido Muñoz, quien ha afirmado que el ser humano necesita de alguna manera transmitir a través del arte unas emociones para compartir con la sociedad.
En ese sentido, este sentimiento va unido a “esa necesidad” de las personas de “poder soñar, y esos sueños es lo que nos ha hecho estar aquí”. “Esa parte de espiritualidad, no de religión, para conectar con lo que no se ve y no se toca”, ha opinado.
Por último, la fotógrafa ha asegurado que está “enamorada de Cantabria” y que su “sueño” es poder llevar a cabo un proyecto con el director del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC), Roberto Ontañón, y hacer un recorrido por las cuevas de la comunidad que atesoren vestigios del paleolítico.