Santander, 25 de agosto de 2023-. “España se ha convertido en un país receptor de inmigrantes” comenta Marcin Sosinski, doctor en filología y uno de los codirectores del curso ‘Español para inmigrantes’, que se ha celebrado esta semana en Las Llamas, una de las sedes de la Universidad internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander. Sosinski subraya que “los inmigrantes saben que para integrarse en esta sociedad es muy importante hablar el idioma y se encuentran muy motivados para aprenderlo”.
El curso está enfocado a la preparación de profesorado para impartir clases de español a personas migrantes, pero dentro de este último grupo, “no hay un único perfil, hay personas que no están alfabetizadas, otras sí, algunas vienen de países cuya lengua está emparentada con el español… Lo que define al grupo es su heterogeneidad”, comenta el doctor en filología.
Para Beatriz Sedano, doctora en Tecnologías de la información y Comunicación en la enseñanza y tratamiento de lenguas, además de codirectora del curso, “el aprendizaje de la lengua es la clave del éxito para su vida al llegar a España y para su futuro. Es una necesidad inmediata”, destaca.
Metodología
Los recursos tecnológicos juegan, hoy en día, un papel fundamental en la enseñanza de lenguas y Sedano, como experta en la materia, sostiene que “la tecnología ayuda a los docentes a presentar de una manera multimodal los contenidos de español y a los propios alumnos para su aprendizaje autónomo”.
“A la hora de enseñar español al colectivo migrante, se aplican las mismas metodologías que a la hora de enseñar español como lengua extranjera”, defiende María Jesús Llorente Puerta, doctora en Equidad e Innovación en educación y la tercera co-directora del curso, quien, además, señala que, “lo que prima es un enfoque comunicativo de la enseñanza del español”, zanja.
Factores determinantes
Entre los factores que influyen en el aprendizaje de nuestra lengua por parte del colectivo inmigrante, Llorente expone que “destacan los factores individuales como su situación administrativa, si se encuentran regularizados o si son solicitantes de asilo”, aún así, asegura que “los inmigrantes tienen la misma dignidad y derechos que cualquier otra persona extranjera que acceda al curso”, es, defiende, “una causa de justicia social”.
“El trabajo con los migrantes no es simplemente una serie de técnicas, sino también una actitud y unos valores que hay que respetar”, destaca Marcin Sosinski, cuya opinión comparte también la doctora Llorente, quien añade que “Los voluntarios que trabajan con este colectivo, no es gente con mucho voluntarismo, pero sin formación, sino que son capaces de impartir una formación de calidad gracias a una buena preparación previa”.
