Santander, 9 de agosto de 2024-. Ochenta estudiantes recién titulados en la universidad con los mejores expedientes académicos se han citado esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en el VIII Aula de Verano ‘Blas Cabrera’.
Este encuentro se ha centrado en orientar las carreras docentes e investigadoras de los jóvenes que han concluido actualmente su etapa formativa en la universidad, con el fin de fomentar foros de conocimiento plurales, multidisciplinares e intergeneracional.
Durante esta semana, este casi centenar de estudiantes han tenido la oportunidad de compartir ideas y perspectivas con compañeros de diversas áreas y niveles académicos, fomentando así un ambiente enriquecedor y de impulso cultural.
El programa ha incluido sesiones divulgativas sobre investigación en todas las ramas del conocimiento, contando con la participación de primeras figuras de la investigación científica y técnica, y además ha contado con sesiones formativas sobre la carrera investigadora, brindando a los participantes las herramientas y orientación necesarias para desarrollarse en este ámbito.
El aula de verano Blas Cabrera, impulsada por la UIMP y el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, pretende fomentar entre los jóvenes la colaboración y la creatividad en la investigación y la innovación científica.
PAPEL FEMENINO EN LAS CIENCIAS Y LA INVESTIGACIÓN
La última jornada de este encuentro se ha centrado en la figura femenina en el ámbito de las ciencias y la investigación. De esta forma, Idoia Murga Castro, directora del encuentro y científica titular del Instituto de Historia del CSIC, ha abordado la influencia de las artes visuales como la danza en el ámbito de la investigación.
La bailarina ha hecho hincapié en “cómo se puede investigar sobre artes, pero también investigar en artes: incorporar esa parte creativa y reflexión a través de herramientas artísticas para llegar más allá”. Así, ha señalado que en “el arte efímero” de la danza, “el cuerpo es una herramienta enormemente potente debido a que los cuerpos comunican sin necesidad de las palabras”.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnológicas (AMIT), María Teresa Paramio, ha denunciado que “el papel de las mujeres en la ciencia ha sido igual que en otras facetas: invisibilizado”.
En este sentido, la catedrática ha criticado que “haber expulsado a las mujeres de las carreras conlleva unas consecuencias tremendas, además de la propia injusticia, el derroche de inversiones públicas, de talento, etcétera”.
Finalmente, Paramio ha concluido subrayando la importancia de un enfoque científico que integre a las mujeres: “tiene que haber otra forma de ver la ciencia; donde se tenga que ver desde una perspectiva de género”.
