Santander, 5 de septiembre de 2019-. El analista de la Dirección de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Organización para la Cooperación y Desarrollo de los Estados (OCDE) Alistair Nolan ha afirmado que “el futuro más próximo podría ser una mezcla de robot y hombre” y “que no hay que tener miedo” a que puedan perderse puestos de trabajos en un futuro “porque se crearan otros”. Estas reflexiones las realizó en el curso sobre New Trends in STI Policy, que se ha celebrado del 2 al 4 de septiembre en el marco de los Cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) en Santander.
El evento ha sido organizado por la vicepresidenta para Asuntos Internacionales del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Elena Domínguez; y por Jorge Velasco, responsable de este organismo en Bruselas.
En las jornadas se ha hecho hincapié en las diferencias que presentan las áreas de Ciencia, Tecnología e Innovación, aunque ellas en conjunto mantengan una problemática común. En este sentido, se ha hablado del desarrollo sostenible como uno de los factores relevantes en Innovación; también se ha analizado las conexiones entre Ciencia e Innovación, dos áreas que están muy conectadas aunque constituyen espacios diferentes que deben abordar sus respectivos desafíos desde perspectivas más abiertas.
Respecto a las nuevas tendencias en Ciencia, Tecnología e Innovación, el investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Jordi Molas-Gallart, ha explicado en la UIMP que en la actualidad existen dos misiones: “Una más ambiciosa” y otra “más definida, con base tecnológica, de temporalidad clara con objetivos más modestos de cambiar la cultura y la sociedad”. Para Molas-Gallart, la escala de grises entre estas dos tendencias “es muy complementaria y existen visiones muy diferenciadas de lo que hay que hacer”.
En cuanto a la cooperación internacional en Ciencia y tecnología, a lo largo del curso se ha subrayado que cada país tiene sus propias preferencias en materia de colaboración. Así, históricamente, España ha colaborado con Latinoamérica; Francia con la zona francófona, y el Reino Unido con sus áreas de influencia en todo el mundo. “Es algo que surge espontáneamente”, según ha explicado Elena Domínguez.
En las jornadas se ha hablado también de una visión general de internacionalización en estas materias que favorezcan las alianzas y objetivos comunes, una apuesta que debe contar con un requisito imprescindible, el apoyo económico, para su expansión.
Foto: Esteban Cobo (UIMP)