Santander, 31 de agosto de 2023-. Los Cursos de Verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) siguen dando espacio en su programación a las escuelas, celebrándose durante esta semana la novena edición de la ‘Escuela de Biología Sintética Integrativa’. Se trata de un espacio donde se están analizando los progresos alcanzados para conseguir la integración de módulos moleculares que eventualmente den lugar a un sistema celular mínimo funcional. Esta Escuela, la primera en España de biología sintética, “pretende proporcionar al alumnado un programa de formación avanzado y de investigación en un entorno científico de vanguardia”, ha expuesto en rueda de prensa Germán Rivas, profesor de Investigación del CSIC y uno de los directores de la Escuela. También han comparecido ante los Rafael Giraldo, profesor de Investigación del CSIC y director de la Escuela y Thomas Surrey, del CRG-Barcelona.
Rivas se ha acercado a la biología sintética exponiendo que uno de sus grandes objetivos es “ensamblar una unidad viva mínima con funcionalidad programable”. Un reto de “gran calado” que ha propiciado la creación de varias iniciativas internacionales “basadas en enfoques complementarios para construir sistemas biológicos mínimos en las próximas dos décadas”. Hasta la fecha, las tecnologías desarrolladas para resolver estos retos están contribuyendo “a mejorar nuestra comprensión de los principios básicos de la vida y su origen, pero también aportando soluciones novedades a importantes problemas sanitarios y medioambientales”, ha precisado Rivas. En este sentido, Rafael Giraldo ha afirmado que “tanto la industria farmacéutica como la energética están invirtiendo en este campo”.
Giraldo ha dejado claro que “no sabemos lo suficiente de la vida de la biología como para construir una célula viva artificial”. “Centrándose en tres aspectos fundamentales, cómo la información genética se transmite y se expresa, cómo se puede genera un metabolismo energético mínimo y cómo se puede compartimentar todo esto dentro de una membrana lipídica, la biología sintética intenta hacer una célula que sea capaz de replicarse, dividirse y expresar genes”, ha apuntado Giraldo. Algo que “todavía no se ha conseguido” pero que está permitiendo que en todo este proceso “aprendamos día a día las cuestiones de la biología más esencial”. “Colateralmente nos pueden dar información precisa para entender puntos esenciales para combatir algunas enfermedades y para aplicaciones que todavía están muy lejos”, ha expuesto.
Por su parte, Thomas Surrey ha añadido que la biología sintética “intenta entender la organización de la célula a partir de incorporar elementos de la propia célula” y su aportación es “importante para comprender los principios básicos de la vida, cuál es el origen de la vida, teniendo en cuenta que la división celular cuando está alterada va a dar lugar a procesos patológicos”.
Componente formativo
Por último, se ha querido resaltar el componente formativo de una Escuela que “pretende proporcionar a los estudiantes de postgrado un programa integrado de formación, investigación e innovación en biología sintética. Se trata de preparar a la próxima generación de biológicos sintéticos, algo que requiere nuevas formas de explorar los sistemas vivos para comprender y dominar la complejidad biológica”.